Buenas tardes a todos, de vez en cuando en esta web y en nuestro blog, publicamos algún articulo no relacionado con la tematica del mundo fiscal, laboral, etc.. Son articulos encaminados a ayudar a algún colectivo, algún conocido que vemos que tienen problemas y merecen toda nuestra ayuda.
Esta vez, el artículo que público es copiado integramente de un blog, me llego a travez de un correo electrónico enviado por mi hermana, donde ponía "Pasalo", normalmente la costumbre de los correos basura y las cadenas de correos hacen que estas cosas vayan a la papelera, pero al enviarlo mi hermana (sabe perfectamente que las cadenas no las suelo seguir), me he tomado el tiempo de leerlo y me he dado cuenta de que el autor tiene toda la razón del mundo y que deberíamos, los jovenes, intentar hacer algo, para cambiar las cosas.
Bueno, sin más les dejo aqui debajo el articulo, desde aqui gracias al autor por dejarme publicarlo, también lo pueden leer y comentar en el blog del que es originario: Soñador Indomable
"Decir que la cosa está jodida en España es tan obvio y cierto como decir como decir que los jóvenes no nos estamos movilizando una mierda para al menos, hacer algo de ruido y hacernos oír. De los más de 4 millones y medio de parados que hay en España, el 15,7 % tiene entre 25 y 29 años. En esta franja de edad duplicamos la media de la Unión Europea. Pero ni una movilización, ni una manifestación, ni una protesta, NADA.
Que estamos desencantados no es nuevo. Que no creemos a los políticos de uno u otro bando, tampoco. Pero es triste ver como estos gobernantes incompetentes y mentirosos que padecemos a diario toman decisiones que afectan a nuestro presente y a nuestro futuro inmediato y no hacemos nada, nos cruzamos de brazos.
Muchos han estudiado carreras universitarias que han pagado religiosamente de su bolsillo. Muchos saben idiomas. Muchos tienen Másters y doctorados. Pero niguno (ni yo) sale a la calle a protestar.
Nos domina el desengaño y la apatía. Parece que nos hemos instalado en una aceptación social del paro. Parece que creemos que esta crisis y sus consecuencias es una peregrinación que tenemos que cumplir por cojones. Y que estar en paro es bueno, como el que tiene un primo sordomudo, no se puede hacer nada ni poner remedio.
Y en esas estamos. A verlas venir. Sin rechistar. Con una cervecita en la mano hablamos con otros amigos parados de lo mal que está la cosa, pero poco más.
Nuestro presente es dramático y nuestro futuro más aún casi. Ahora somos jóvenes, fuertes, sanos y estamos llenos de energía para trabajar. Pero no podemos trabajar. La tarta del empleo es diminuta para tanto hambriento en paro.
Las cuentas salen fácil y duramente así:
- Salimos de la facultad con 22 o 24 años con ganas de comernos el mundo.
- A los 27 o 28 logramos nuestro primer y temporal trabajo (de mil eurista, como no).
- A los 30 nos vamos al paro.
- A los 31 agotamos la prestación del paro y como no tenemos mujer ni hijos no tenemos derecho a cobrar ayuda alguna.
- 30 o 35 años más tarde queremos jubilarnos. Nos duelen los riñones, las rodillas y hemos perdido agilidad. Pero no podemos dejar de trabajar o no hay nadie que quiera contratar a un viejo con un currículum medio vacío. No hemos cotizado 38 años porque NADIE nos permitió en su día demostrar de qué éramos capaces.
- Con 70 años mendigamos por las calles, sin dinero en los bolsillos.
- Con 80 morimos en la pobreza.
Pero aún hoy tenemos lo que hay que tener. Estamos formados e informados. Sabemos dónde y cómo encontrar la información (aunque sea manipulada). Sabemos lo que queremos y lo que no queremos para nosotros. Sabemos lo que necesitamos y creemos saber lo que necesitaremos en el futuro. Sabemos cómo organizarnos gracias a Internet y a las redes sociales. Y tampoco. Ni por esas nos hacemos oír en las calles.
Hace unos años protestamos contra la L.O.U. ,contra la L.O.G.S.E. y contra otras leyes aprobadas sin nuestra participación ni aprobación. Pero ahora, a día de hoy, aún no hemos hecho nada. No hemos inundado las calles de Madrid, Sevilla, Bilbao, Coruña, Santander, Barcelona o Bilbao reclamando nuestro derecho a tener un futuro, a trabajar, a ser oídos y tenidos en cuenta.
Y mientras, a no tantos kilómetros de nosotros, egipcios y tunecinos luchan por su libertad, utilizando Internet y los móviles para movilizarse contra un régimen que no desean. Cada vez más países que consideramos subdesarrollados nos dan una lección de actitud, de querer y poder cambiar. De voluntad.
Quizás saliendo a la calle no cambiemos nada. Pero, ¿y si cambiáramos algo?
En Tiananmen en 1989 (China) un joven se enfrentó a un tanque y lo hizo detenerse. En 1968 los estudiantes franceses cambiaron las cosas. En 1936 un atleta negro llamado Jesse Owens le enseñó a Hitler que él podía saltar más que todos sus atletas alemanes.
Nosotros no necesitamos grandes hazañas, sino cambio. Y no hablo de cambio de gobierno. Me da igual el color del gobierno, pero no mi futuro.
Los políticos españoles se han ido de rositas hasta ahora y no nos hemos quejado. Nos hemos indignado frente a nuestros ordenadores, pero ya está. Nadie va a regalarnos un futuro mejor si no lo exigimos o lo buscamos, esté donde esté.
Si hay un momento importante para dar la talla y decir: “Ey, estamos aquí”, es este. Aquí y ahora. Sin políticos. Sin banderas de PP, PSOE o IU. Sólo los jóvenes y sus ganas de un futuro mejor, de un cambio, de una revolución. Nada más y nada menos."
Tan solo felicitaros por ésta aportación que haceis en vuestra página al laborioso mundo de los impuestos, es estupenda, de hecho sigo ojeándola.
ResponderEliminarUn saludo y buenas noches.
Gracias Julia, hacemos lo que buenamente podememos y te animo a que preguntes todo lo que necesites.
ResponderEliminarUn saludo.