Buenos días a todos, se aproxima
septiembre y con él nos llega la entrada en vigor de las novedades fiscales,
subida del IVA y subida de la retención para profesionales. De ambas cuestiones
ya hemos tratado en los artículos anteriores:
Sin duda estas dos modificaciones
son polémicas, pero la que más afecta económicamente a los autónomos
profesionales es sin duda la subida del IRPF y es que equiparar el IRPF con el
21% al nuevo IVA 21%, significa disminuir
la liquidez del autónomo drásticamente, veamos un ejemplo:
Una factura de un profesional de
1.000 €:
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BASE
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IVA
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RET IRPF
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TOTAL
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HASTA 31/08
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1.000 €
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180 €
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-150 €
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1.030 €
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DESDE 01/09
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1.000 €
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210 €
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-210 €
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1.000 €
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Parece que la diferencia no es
mucha, pero que significa esa tabla, como la mayoría de los autónomos sabe,
cada tres meses hay que liquidar el IVA, que se supone, es un impuesto que
recaudamos en nombre del Estado y que trimestralmente liquidamos por diferencia
entre el IVA que cobramos y el que pagamos.
Pues bien, basándonos en ese
ejemplo, si en un trimestre hemos presentado tres facturas, tendremos una Base
de 3.000 € y un liquido cobrado de 3.000 €, pero claro habrá que liquidar el
IVA, que será de 620 €, por lo tanto nuestra liquidez es de 2.380 €, a lo que habrá
que descontar la cuota de autónomo, cuyo mínimo actual es de 254,21 € /mes, por
lo que nuestra liquidez será de 1.617,37 €. Y todo esto sin tener en cuenta el
resto de gastos necesarios para la actividad.
En definitiva, casi la mitad de
lo que se facture, se lo llevará el estado, por lo que no es de extrañar que la
gran mayoría de los autónomos profesionales, estén buscando alternativas para
intentar evitar las retenciones al 21%.
Pero, ¿Qué alternativas hay?